sábado, 1 de enero de 2011

Muerte de un mito


Aunque el título diga lo que dice, no voy a hablar de la muerte de Camarón, ni de Kurt Cobain, Jimi Hendrix, Elvis Presley, Marilyn Monroe, Chanquete, o demás mitos vivientes en nuestra memoria.

Ésto trata sobre un coche. Disfrutadlo, y, muy importante, no olvidéis dejar comentario, cacho perros, o estaréis expuestos a la desgracia  (o la suerte, según se mire), de que os excluya de poder leer estos monólogos. 

Allá voy, a ver que tal me sale. ejem, ejem...
 
Dijo Dios en la creación: "Hágase el Ford Escort".
Desde entonces soy ateo, pq vaya tela lo que he tenido que sufrir con este coche. Eso sí, me ha hecho sus apaños hasta hace un par de días.

Mi historia con los coches se remonta a hace ya 4 años, cuando me dijo mi madre: "Éste año, cuando tengas pocos exámenes, te pones y te sacas el carnet, que ya eres mayorcito". 

Aquella frase me marcó, aunque viendo el Renault 12 de 29 años que tenía mi padre, la verdad, no me invadía el ansia de la conducción como a quien su padre pudiera tenerle prometido darle un Laguna nuevo o un Megane Classic si se sacan el carnet (dénse por aludidas las personas oportunas). 

De todas formas, me troté toda la ciudad, buscando la autoescuela más barata, sin importarme lo lejos que estuviera de mi casa (total, no iba a ir a clase).

Me apunté a Autoescuela Muñoz, en el Camino de Ronda. No, no estoy dándole propaganda, entre otras cosas pq ya han echado abajo el local para poner una inmobiliaria.

Pues bien, la secretaria, una friki de Sergio Dalma, estuvo allí un ratazo explicándome un montón de cosas, y yo como diciendo "Que sí, que sí, tu aprovecha pa hablar,y sobre todo, quédate con mi cara, que ya no la vas a ver más hasta el día que pida subir al examen teórico".

La cosa prometía: En 5 días me había leído el libro del examen teórico, y había subrayado lo que me parecía más importante.

Luego descubrí que lo importante era hacer test, pero para entonces ya me había leído el libro. Vaya por dios.

Yo quería presentarme a examen un mes después de haberme apuntado a la autoescuela, hasta que me di cuenta de que para eso hacía falta esforzarse, así que lo fui dejando poco a poco, y pasó lo que tenía que pasar: desde Octubre que me apunté, no hice el teórico hasta Mayo, pq en Mayo ya tenía el chip de estudiar, debido a la cantidad de segundos parciales que tenía que hacer en la facultad.

Muchos diréis: "Imposible que tardaras tanto en presentarte, tío, si te dan 6 meses de límite para presentarte el teórico". Efectivamente, a mí me dijeron lo mismo, pero tb me dijeron que no
pasaba nada si tardaba más.
El compadreo que reinaba en esa autoescuela no era normal. Así les ha ido, que ya han echado abajo el local...

Total, me presenté el mismo fin de semana que Fali, aunque él estaba en la autoescuela Genil. Y además, cuando digo que estaba, es que estaba, o sea, que iba a clase y todo, un gesto que le honra, sin duda. 

El caso es que estábamos los dos en Tráfico, y mientras to dios tenía unas jetas de nerviosismo que me recordaban a mis peores tiempos de Selectividad, Fali y yo sacábamos nuestro mejor repertorio de chistes.
Vamos, descojonados vivos allí. Si algo llevábamos bien para el examen, era que estábamos tranquilos. Pq otra cosa... yo, por no tener, no tenía ni el libro allí.

En las luces y las velocidades estaba algo pegado, pero confiaba en que no entraran muchas preguntas de esos temas en el examen.
Eso sí, cuando a posteriori, ya con mi9 carnet de conducir, he ido a 90 km/h por tramos que permitían ir a 120, no era pq en el momento del examen no me supiera las velocidades, sino por una curiosa combinación de dos factores: un conductor prudente, y un coche hecho mierda (quizá el segundo factor tenga más peso, lo admito).

Decía que estábamos Fali y yo descojonados en los momentos previos al examen, y llegó el momentazo:
entramos allí, un notas nos explicó cómo iba aquello (no tenía mucha ciencia, la verdad), y empezamos a hacer el examen. Aquello parecía fácil, pero yo dudaba precisamente en las preguntas en que más me daba la impresión que debería saber.
No sé, aquello me daba una cierta sensación de inseguridad. Y no me lo estoy inventando, puesto que suspendi...

Es más, suspendimos Fali y yo, pero eso no es que arregle las cosas. Fali y yo ya no volveríamos a coincidir en un examen teórico, por suerte, pq no veas cm desmadrábamos los dos en la puerta de Tráfico.
Así nos concentraríamos más, pensé.
Aunque ya he dixo que suspendí, fui a la autoescuela, donde me lo dijeron, y me reventó el hígado saber que había tenido 5 fallos, cuando con un fallo menos, habría aprobado.
Lo que me terminó de reventar el hígado y parte del páncreas fue saber una pregunta que fallé, pq era de tonticos haber fallado en eso:
Aunque ahora no recuerdo exactamente qué señal era, creo que se trataba de la típica señal triangular (de precaución) en la autovía con la que te advierten de que dentro de poco se van a incorporar coches por el carril de aceleración. Yo ahora me sé lo justo de señales, pero el caso es que en su momento me lo sabía bien. Dejémoslo ahí.
Total, que un poco más y suspendo por no saber qué quería decir la señal de dirección prohibida. Cagüentó....
Después, aprobé a la siguiente, y en el práctico, lo fui dejando, pq mi padre quería que le perdiera el miedo al coche con unas práticas con el r12 en una explanada donde ahora están haciendo pisos y unos párkings subterráneos de pago,junto al estadio, por la cara que pega al río.

Ahora que lo pienso, por donde voy aprendiendo a conducir, voy sembrando una estela de destrucción. Recordemos: me apunto a la autoescuela Muñoz, y a los 6 meses de irme es una inmobiliaria; hago prácticas caseras en una explanada, y hacen pisos.
¿Le traeré suerte a las empresas constructoras?, ¿seré el culpable del auge de la burbuja inmobiliaria?. Espero que no sea así, y que esto sea sólo casualidad, pq si no, tal como está la cosa con la vivienda, más de una familia me va a matar a jostias.

Decía que en esa explanada se supone que tenía que ir viendo cómo funcionaban los coches, y perderle el miedo, y tal. No puedo decir que se consiguiera ninguno de los dos objetivos, aunque la intención de mi padre fuera buena, claro está.
Me explico: en lo que se refiere a ver cómo funcionaban los coches, me llevé un pequeño palo, lo cual ilustraré con un ejemplo.
Yo practicaba con un r12, y en la autoescuela me dieron un Megane de esos pequeños y modernos. No es porque el Megane tuviera cosas como dirección asistida, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, asientos y volante regulables en altura y profundidad,
climatizador, ESP, radio, motor turbodiésel, y 7000 modernidades más que el r12 no tenía.
Es que el r12 se arrancaba con llave, y el Megane... dándole a un botón.
Joder, como en los videojuegos!. Vamos, si lo sé, le enchufo el mando de la Playstation, y me saco el carnet en 2 dias, ¿que no?.
Y si no, dejo la partida guardada en la tarjeta de memoria hasta que me lo sacara.
 
Pues nada, vuelta a empezar, y practicando, hasta que, después de que olvidara en el examen quitar el freno de mano y de que me metieran por una rotonda camuflada (im-po-si-ble que no te cacen ahí), me violetearon sin piedad.

En la segunda, había hecho un aparcamiento aceptable, pero regular, y encima me salté un CEDA nada menos que en ese gran barrio que es La Chana, más conocido como "ciudad sin ley", para los que no tengáis el placer de conocer esa zona de Granada.

A la tercera fue la vencida, y mira que el tío me llevó por cuestas, pero al menos el examen no fue especialmente largo.
Por cierto, el mismo día que me saqué el carnet, fui a jugar a fútbol para celebrarlo, y me hice una fractura. Yujuuuuuuuuuu!!. A tomar por culo empezar a conducir en las vacaciones navideñas, porque esa es otra: me fracturé el 23 de Diciembre. Manda huevos.
Mi padre vendió el r12 a un coleccionista de coches viejos (no es coña), y ya quedó el Ford, más conocido como "Butamóvil", que entre curarme de la fractura (3 meses), y luego exámenes y tal, no empecé a cogerlo hasta el verano, entre unas cosas y otras.
Yo notaba que cl coche no corría mucho, pero lo importante es que podía entrar por ciudad o por autovía. Con eso era más que suficiente. O al menos eso pensaba yo...
Lo digo pq iba yo un día por una de las nobles zonas de esta ciudad, llamada El Cerrillo de Maracena (la zona, no la ciudad), y cuando estaba a punto de llegar a casa de mi colega, apodado "el surfer", y yo, haciendo gala de mi prudencia extrema, reducí de 3ª a 2ª al acercarme a un cruce, por aquello de que no tenía preferencia.
Pues bien, al pisar el embrague para reducir (como sabéis, un paso imprescindible), escuché un ruido nuevo en el coche, lo cual era noticia, dada la gran cantidad de ruidos que hacía el muy cabrón. Ésta vez, cómo os lo explicaría, sonó así como "CRACK".
Se acababa de partir el cable del embrague.
Me dieron ganas de decir "Houston, tenemos un problema", como los astronautas de las pelis. A la hora de la verdad, se me pusieron de corbata, y dije simplemente: "Mierda". 

El copiloto, el surfer, seguía en su mundo de fantasía y colores, ya digo, pq sabía que el coche, a falta de radio, tenía otra fuente de sonidos, o mejor dicho, de ruidos: el motor, mismamente.
Por eso no le dio importancia a un ruido mas, hasta que le resumí la situación en medio del caos. Pasamos por el cruce, y estábamos vendidos, pq el coche iba a 30, y si frenaba xq venía otro coche, se me calaba el mío, pq no podía pisar el embrague.
Si no frenaba, duraría unos 5 segundos más, antes de calarse. En medio de una gigantesca descarga de adrenalina, pudimos pasar el cruce, para nuestro regocijo, y eché el coche a la derecha como pude, poniendo las luces de emergencia, más conocidas como "los 4 warning".
Llamé a mi padre, le expliqué la situación, y no terminaba de creerse que se hubiera averiado el coche (qué ingenuo).
 
Lo arreglamos, y a seguir tirando (bueno, lo arreglaron en el taller, ya sabéis).

Otro día, en invierno, no arrancaba, y cuando mi padre tampoco podía arrancarlo, lo llevó al mecánico, y le empalmó un par de cables que tenía mu malamente.

Lo arreglamos, y a seguir tirando.

Otro día, mi padre, llevando a mi hermana Loli con un preñazo descomunal al hospital, empezó el coche a echar humo, y tuvo que pararse en Camino de Ronda, a la altura del concesionario Citröen, subir el coche a la acera como pudo, y llamar a la grúa.
Digo yo que en un caso importante como llevar a alguien al hospital, podía haber cogido el coche bueno, el Nissan.

Lo arreglamos, y a seguir tirando.

Otro día iba a la facultad, a entregar un tabajo de Fonética, y me dió por coger el coche. Al subir la cuesta del campus de la Cartuja, el coche se vino abajo, y dps no pude "reanimarlo". Lo dejé caer, con el freno de mano como única parte que funcionaba en el coche (porque no depende del motor, que si no, tampoco), y aparqué a lo McGyver, aunque en ese momento no estaba mascando chicle.
Entregué el trabajo en un momento, llamé a mi padre, y al cabo del tiempo le dió por arrancar, tras multitud de intentos fallidos.

Lo arreglamos, y a seguir tirando.

Otro gran acontecimiento fue el día en que íbamos mi padre y yo a la Facultad, porque tenía prisa y no me convenía depender del autobús (en condiciones normales, aquí el transporte parece que está en huelga...). Pues bien, al subir la cuesta de las cervezas Alhambra (que ahora va a pasar a formar parte de Mahou, por si a alguien le interesa), dice mi padre "espera, voy a parar, que el termómetro dice que esto tiene más temperatura de la cuenta).
Yo creí que mi padre deliraba (no sería la primera vez, ya está algo mayor), pero dejé de pensarlo cuando vi que salía humo del capó. Me bajé del coche como si fuera a explotar, y vimos como le chorreaba un líquido verde, que ni yo cuando me limpio los mocos, vamos.
Yo tuve que irme a la facultad, que ya falté mucho a clase los primeros años como para hacerlo tb los últimos, y mi padre se encargó del resto.
Pensé que el coche ahí se jubilaría, pero...

Lo arreglamos, y a seguir tirando.

La siguiente avería (sí, diréis que son muchas, pero prometo que son verídicas, y al estar improvisando, puedo asegurar que me estoy dejando más de una) fue la más especial de todas. Y eso que dicen que la primera vez es más especial...

Tras estar trabajando en el Carrefour, trabajo quemante donde los haya y al que no pienso volver, aunque puede que tenga que cambiar de idea, fui a casa de mi hermana Loli, a llevarme trastos de su casa, que estaba de mudanza (si las mudanzas fueran deporte olímpico, en mi casa nos daban la medalla de oro).
Me llevé el coche lleno de cosas hasta arriba, q para eso tiene encima la baca, y en la autovía, yendo para Otura, noté que, a la altura del Don Pepe, el puticlub por excelencia de ésta noble ciudad (lo anuncian por la radio en horario infantil, no digo más), que el coche, en contra de lo esperado,
se sacó un nuevo ruido de su inmenso repertorio, para deleite de los que disfrutábamos en primera fila de su particular "orquesta".
El ruido en cuestión, así a grandes rasgos,sería algo así como "PROP PROP".
Me escamó que Rosa le hubiera pegado el acento catalán al coche. Digo esto porque "prop" significa "cerca" (una de las pocas cosas que se me han quedado de mi breve estancia en las Cataluñas), y el coche, evidentemente, al decir PROP, me estaba haciendo señales de que estaba muy CERCA de cascar.
Fue curioso ver cómo todo es relativo en ésta vida, ya que conforme más gas le daba al coche, más rápido bajaba la aguja. Vamos, que al coche le faltó decir como las bombas de James Bond: "Este coche se autodestruirá en 5 segundos". 
Con la experiencia que tenía por entonces en las averías, no hacía falta que el coche me lo dijera, ya lo había deducido yo solito, así que no pasaba nada, todo estaba controlado (bueno, quizá no tanto).
Por tanto, y en una experiencia de conducción al límite (una más), tuve que echarme al carril de la derecha, pq por una vez, estaba en el del centro, no recuerdo bien por qué (quiero pensar que tenía algún motivo). Pues bien, pasaba por allí un pedazo de BMW Serie 3 Coupé a-co-jo-nan-te (mi polla, en vez de ver cómo salvar el pellejo, fijándome en el BMW, ya me vale),  y el coche, al ver que el mío se estaba frenando del copón, tuvo que hacer una maniobra temeraria para, al mismo tiempo que yo iba al carril de la derecha (para posteriormente parar en el arcén), pasarse él al centro y no chocarse conmigo.
Suerte que era un cochazo, pq si yo tengo que hacer esa maniobra a la velocidad que iba el notas... hoy me estaríais echando flores. No, piropos no, flores en la tumba, digo.
Dios bendiga el ESP (control de estabilidad, para mujeres y demás incultos automovilísticos).
Por lo visto el filtro del depósito de combustible estaba muy sucio, nos dijo el mecánico.
Le dije a mi padre que no quería volver a coger el coche más, pero dps de 4 días, pensé que quizá debería volver a cogerlo, pq estaba aquí Rosa, y si dependíamos ella y yo del bus... estamos jodidos (creo que ya expliqué lo "eficiente" que es el transporte en Granada, ¿verdad?).

Por tanto....

Lo arreglamos, y a seguir tirando.

Y nada, a jugarse la vida. Bueno, quiza no tanto, pero queda bonito decirlo asi, ¿es o no es?. Pa darle color al monólogo, no es que a mí me guste exagerar...
 
El caso es que la noche antes de que se fuera Rosa, íbamos en mi bólido cuando, al llegar al Zaidín, el coche hizo "CRACK" en el último giro.
Sí, sí, "CRACK", que, si bien recordais, es el ruido que un ford Escort hace cuando sele rompe el cable del embrague (no confundir con "prop prop", que es cuando el filtro del depósito de combustible está sucio).

Pues se le rompió el embrague... otra vez, aunque al menos aguantó de manera que pude aparcarlo debajo de mi casa, ya que se averió cuando estaba llegando. Eso sí, lo aparqué en medio de un paso de peatones. Como encima me pongan una multa, me voy a cagar en poco...
Creo que el coche me estaba mandando un mensaje en clave con esa rotura. algo así como "Jubílame". A ver si le hacemos caso, que ya lleva el pobre muchos años de servicio, lo que pasa es que yo lo he cogido cuando ya agonizaba, pero en fin.
Llamé a mi cuñado Javi, que amablemente nos llevó a Atarfe para que Rosa cogiera su coche, que funciona y todo, y ya sin problemas (qué grande eres, cuñao!!).
No quise llamar a mi padre para que nos ayudara, pq era la última noche que iba a pasar con Rosa, y mi padre, con lo huevón que es, habría hecho que pasara mi última noche con Rosa esperándolo mientras comemos pipas en la plaza de al lao de mi casa durante horas, cuando se tardan 20 minutos en llegar de Otura a Granada. Media hora como mucho, si vas despacito. Si tardas más de media hora... o has salido tarde, o conduces con lo que en la autoescuela se llamaba "velocidad peligrosamente decelerada".  

En fin, con ésta resumida pero extensa historia (no os quejaréis), sólo quería rendirle homenaje a ese gran coche, en el que he aprendido a conducir (bueno, eso aún está por ver) y muchos de vosotros os habéis subido (mi más sincera enhorabuena a quienes no lo hayais hecho). 

No obstante, hay que dejar una puerta abierta a la posibilidad de que algún día tenga que volver a cogerlo por algo en concreto, una urgencia o algo así, pq mi padre lo arreglará, una vez más (bueno, el mecánico, jejeje), y pq no m puedo permitir decir "pues me compro un coche baratito". De todos modos, no será como antes, que decía "pues venga, hoy me va a dar por coger el coche", para algún día que iba algo tarde a la facultad, o para echar una de esas míticas partidas de pin pong en Armilla, en las que últimamente estaba en racha, por cierto (los zaidineros dan fé, fijo). 
 
Bueno, ya escribiré sobre otro coche dentro de muuuucho tiempo, cuando pueda comprar un sustituto a ese mítico buga.

Te mando un afectuoso saludo para tí, Butamóvil, donde quiera que estés (en la puerta de mi casa, ahora que recuerdo). 

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